miércoles, 15 de enero de 2014

Caminando

Desde pequeños nos enseñan que la envidia es mala. Pero... ¿por qué es malo desear lo que tienen los demás? 
Hace unas semanas intenté pararme a mi misma con ciertos pensamientos, cuando llegó la mañana de reyes y yo no tuve ningún regalo bajo el árbol. Comencé a ver las fotos de todos los regalos, de la felicidad de los demás y me alegré porque ellos tenían lo que querían, pero tenía envidia porque yo no. No creo que sea materialismo, no me vengáis a decirme que lo importante de los reyes o de mi cumpleaños (que fue dos días antes, no se celebró y hubo poca cosa), que lo importante es estar en familia y tener salud. Pues claro que lo importante es tener a la familia y salud, pero ¿por qué no puedo desear más? ¿tan malo es? ¿tan mala soy por querer una maldita fiesta de cumpleaños que salga bien? Por tener lo que tienen los demás. Todos tenemos nuestros problemas y a mi no me parece mal que alguien quiera tener la buena relación que tengo yo con mis padres (aunque me queje de mi madre a veces), es más soy la primera que desearía que todo el mundo pudiera tener eso que yo tengo con mis padres o eso que estoy empezando a tener ahora con mi hermana mayor porque es maravilloso.
Yo quiero celebrar mi cumpleaños, quiero que algunas cosas vuelvan a ser como eran antes, quiero regalos, muchos regalos, quiero viajar y ver todo el mundo, quiero hablar inglés y japonés con fluidez, quiero aprobar mis asignaturas y sacarme la carrera sin acabar deprimida como precio, quiero que las cosas mejoren, quiero más risas y menos lagrimas y quiero que deje de dolerme la espalda. Quiero, quiero, quiero...



Como cambian las cosas, para mis padres y mi hermana soy la niña del necesito, pero no lo necesito, solo lo quiero. Tengo todo lo que necesito, que es a ellos y a alguna persona más que merece la pena. 

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